Es mucho lo que se dice de este rama del turismo alternativo o de naturaleza, sin embargo no encontramos mucha actividad de la misma cuando menos en Durango. Más o menos todos sabemos que la cacería siempre nos ha llamado la atención por eso de que nos mueven botones del pasado desde cuando éramos todavía hombres, mujeres y chiquillada de las cavernas y andábamos por ahí tras conejitos, venados, mamuts y otras presas para comer y vestir, pero desde ese tiempo hasta ahora la cacería ha evolucionado enormemente, de tal forma que aun cuando todavía cazamos, lo hacemos más por deporte, mismo que se ha tornado en una verdadera fuente de desarrollo en algunos países.
África fue uno de los primeros lugares donde se practicó la cacería por deporte o el turismo cinegético y los famosos safaris estuvieron de moda un rato con todo y los “Buana” y Tarzán , se hicieron películas de ellos con la participación de estrellas renombradas de Hollywood, también Alaska y Canadá con las cacerías del oso blanco y el grizzli, los lobos, etc. Pero ya en tiempos más recientes algunos otros países lograron obtener divisas de este rubro de turismo cinegético en la caza de presas más tranquilas como las aves acuáticas y las simples palomas.
España, que es considerada sin duda la mejor opción para hacer turismo cinegético en Europa, cuenta con un 1.2 millón de cazadores nacionales y 35 mil extranjeros que mueven 4.800 millones de Euros al año quedando como un ejemplo claro de organización, actualización y promoción del rubro a nivel mundial.
En México el turismo cinegético según SECTUR, deja una derrama de 155 millones de dólares calculando que son los cazadores un 57% nacionales y 43% de extranjeros realizando la actividad en 2606 ranchos UMAS Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre con el 97% de ellos en el norte del país, incluyendo a Durango que en el 2007 tenía apenas 129.
Sin embargo, dado a múltiples programas federales de la CONAFOR, SEMARNAT, GOBIERNO DEL ESTADO, SARH, SEDESOL, INDESOL FIRA y algunos otros, en la actualidad existen en Durango cuando menos 300 ranchos y ejidos declarados UMAS pero que por falta de organización, capacitación, malísima promoción y un mal enfoque en general de sus alcances, de tal forma que una actividad muy renumerada en otras latitudes como Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila de Zaragoza, aquí en nuestra entidad no se ha podido desarrollar.
De esas 300 UMAS que están registradas en la SEMARNAT, al parecer sólo son 8, así es, leyó usted bien, sólo ocho ranchos y ejidos cinegéticos en el estado de Durango son los que están en operaciones vendiendo la cacería del guajolote, venados cola blanca y bura, pato ganso y palomas a precios muy razonables pero con muy pocas posibilidades de salir adelante.
De todas formas no hay que “quitarle el dedo a ese renglón” tan productivo en otras estados y países, ya que Durango por sus características específicas de clima y geografía, es poseedor de una fauna diversa muy especial que le da una clara ventaja natural contra otras regiones para la comercialización exitosa de la caza deportiva.