“El rincón mas querido de los durangueños” según el cronista de la ciudad Manuel Losoya Cigarroa, tuvo sus inicios hace miles de años quizás como un pantano, con múltiples ojos de agua, grandes cantidades de fauna y los hermosos gigantescos sabinos que ahora disfrutamos. El “Ojo de Agua” surtió del preciado liquido a la ciudad por cientos de años y una placa de cantera con fecha de 1728 lo atestigua.
Ya en tiempos actuales, fue conocido por muchos años como “Bosque de la China” al parecer, haciendo referencia a una mujer oriental que cultivaba flores en el lugar y no fue hasta 1914 que el gobernador interino Ing. Pastor Rouaix pensó en ofrecerlo a la ciudadanía como un lugar de recreo. En 1931 se inaugura como Parque Revolución pero el pueblo le siguió llamando Parque Guadiana como ahora lo conocemos.
Con bonitos atractivos como las Fuentes de la Ranas (1932), de la Alegría y de la Bella Ronda, además de el Lago de los Patos con su enorme fuente en medio y el paseo del trenecito que lo circunda, hacen de este parque un verdadero paseo familiar. Quizás no haya durangueño o persona que habiendo pasado su infancia en nuestra ciudad no recuerde con cariño los increíbles días que siendo niño vivió en este fabuloso parque. |