De la fértil tierra Durangueña han nacido personajes importantes en la vida de México por sus acciones dentro de la política y la cultura, pero es posible que Silvestre Revueltas, del Santiago Papasquiaro de 1899, dentro de un ambiente de 12 hermanos y unos padres que les inculcaron una buena educación y ayudaron a estudiar las artes no muy común en esos días, produjeron uno de los genios musicales más importantes de todo el país y de un gran renombre universal.
Después de estudiar violín en su tierra natal, Silvestre continúa sus enseñanzas en el Instituto Juárez de Colima, para aventurarse en los Estados Unidos un tiempo regresando en su mejor época e incursionar en el cine sonoro mexicano de los treintas, oportunidad que aprovecha para componer sus más sublimes creaciones, “Janitzio” (1934), “Redes” (1935), “Vámonos con Pancho Villa” donde inclusive actúa de pianista en una escena de bar tocando “La Cucaracha” y luego en 1938 compone su pieza más conocida “Sensemaya” y en 1939 “La Noche de los Mayas”. Estas composiciones que en un principio fueron hechas para apoyar a la cinematografía, crecieron monumentalmente por si solas hasta adquirir una vida propia que las proyectaron internacionalmente e inmortalizaron.
Este Festival Revueltas recordando a Silvestre y su familia, extendiéndoles el gran reconocimiento que merecen de parte del mundo cultural, ha sido un éxito del Gobierno Estatal y el mismo ha ido creciendo en importancia hasta situarse como uno de los más importantes canales para la proyección de la cultura al norte del país. Encuentre su Hotel con Trivago. Se lo recomendamos.
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