Durango, callada y tranquila ciudad colonial, ha sufrido el impacto de la pandemia provocada por el COVID-19, al igual que todo el mundo. La nueva normalidad nos ha llevado a implementar cambios en nuestras vidas, como el constante lavado de manos, respetar la sana distancia, quedarse en casa el mayor tiempo posible y seguir las indicaciones que día a día se indican en las noticias.
A pesar de esta situación que estamos viviendo, debemos valorar que vivimos en una ciudad hermosa, de gente de corazón en la mano, y que podemos seguir disfrutando de “la alegría de su cielo”, como hizo referencia alguna vez el obispo Tamarón.
En el boletín Durango Turístico, durante estos 15 años, a través de nuestra imágenes y artículos, hemos reflejado justamente eso, la belleza de nuestra ciudad y de nuestro estado.
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