Ya casi para terminar el siglo XVIII se establece el primer mercado de Durango situado en el Solar del Rey , (lado sur de la plaza de armas) en el año 1795, por esas mismas fechas se construye una casa de baño y lavaderos, lugar junto a la acequia de Canoas que luego conocemos como calle del mismo nombre, se inaugura el Puente de Analco al final de la calle “Real” luego “Santa Ana” después Constitución (en honor a la Constitución de 1810) y ahora nuevamente “Real”.

Para 1770 la Catedral Basílica Menor guardaba más o menos el aspecto exterior que tiene hoy en día, con sus dos torres, una de ellas sin la herrería de los balcones (hasta la fecha) y esto porque le quitaron el algo así como impuesto que recibían para su construcción y el reloj que estaba en la torre poniente y que por cierto ahora está en el templo de Analco, luego en los mil ochocientos le hacen algunas modificaciones interiores como cambiar los retablos de madera a los de piedra y cambian el coro a enfrente dando más amplitud.

Lo increíble, pudiera uno decir, es que después de cientos de años en lo que se denomina ahora el Centro Histórico también patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, todavía guarda suficiente parecido al anterior, como para que el mismo Padre Morfi o el Obispo Tamarón y Romeral pudieran reconocer por donde pasaron en sus inspecciones de antaño.

No conformes con el remozamiento e iluminación que se le dio a este ahora hermosísimo Centro Histórico y templos principales de la ciudad por parte del Gobierno del Contador Ismael Hernández Deras y los gobiernos municipal y federal, se quiso continuar arreglando todos los edificios dentro de estos limites y así es como se reconstruyen edificios como la mueblería central, las esquinas de Juárez y Negrete, Bruno Martínez y Negrete, y otros todos, se puede decir, vueltos a la vida pero con su aspecto de colonia.

En los sexenios anteriores, el ramo turístico era algo así como la oveja negra de las dependencias de gobierno y uno que estaba totalmente rezagado. Fue en la administración del Lic. Guerrero Mier en sus años finales, donde como que le quisieron poner interés a esta actividad, pero definitivamente fue en el gobierno de Ismael, donde se “hecha toda la leña al asador” y de una manera eficaz y organizada se inicia la transformación de hecho de toda la ciudad pero con un interés especial en el primer cuadro de la ciudad, rescatando así la tradición de lo que fuimos, razón de porque somos.

La inversión en infraestructura subió de 15 millones de pesos al año en el 2004, a 432 millones con lo que se cerrara el 2010 y esto es sólo lo que se refiere al rubro turístico, pero también le podemos adicionar la inversión millonaria que se está ejerciendo en las vialidades de la ciudad como el Par-Vial Victoria que convirtió una de las avenidas más peligrosas de Durango, la antigua Felipe Pescador en una de las más modernas de la ciudad y aun se espera que continúe con varios puentes para tomar el Blvd. Francisco Villa y la salida a la autopista a Zacatecas.

Además, definitivamente se avanzó en lo que a carreteras se refiere, abriendo a cuatro carriles todas las salidas de la ciudad con proyectos que insinúan continuidad para la nuevas administraciones del también Contador Jorge Herrera Caldera, próximo Gobernador y Adán Soria Ramírez, Presidente Municipal electo de Durango.

Y el programa de la nueva autopista Durango Mazatlán donde por su importancia y fuerza regenerativa, habrá un claro antes y después de la misma, de tal forma que todavía no creemos ni comprendemos el increíble impacto positivo que esta nueva ruta le dará a Durango en desarrollo económico traducido a miles de empleos nuevos. Ahora bien, este proyecto es federal, pero fue el gobierno de Ismael Hernández Deras, el que lo impulsó y luchó porque esta autopista se construyera, antes que otros de un verdadero abanico de múltiples mega obras que los diferentes estados de la república tenían preparados y también fue Ismael el que propuso crear el fideicomiso que garantizaría su construcción pasara lo que pasara, (por ahora está generando unos 7 mil empleos en la obra).

El siglo XVIII, más bien los finales de éste no fueron muy malos para Durango y aun cuando hubo algunas hambrunas, pestes, etc., también hubo gracias a los minerales descubiertos, dinero para el desarrollo de las obras y una razón más para de plano no abandonar la ciudad.

Así se brinca uno al Siglo XIX donde lo mejor fue la lucha por la Independencia de 1810. Ahora en Durango por la razón de siempre (lo remoto de nuestra realidad), no tenemos muchas batallas, sin embargo del 4 de julio al 31 de agosto de 1821, hubo una incursión del Insurgente General Negrete que anduvo luchando contra los realistas por varios edificios del Centro Históricos entre los cuales se encuentra el Templo de San Agustín, ganando la batalla y por ende capitulando el 3 de septiembre Durango y la Nueva Vizcaya en una acción de las más importantes del plan de Iguala. De esta lucha además de la Independencia de la hasta entonces madre patria España, en lo que se refiere al Centro Histórico tenemos a la Calle Independencia que fue por donde pasó el General desde el Santuario y la calle de Negrete nombrada así en su honor.

Antes de eso, en un incidente realmente vergonzoso aun en nuestros días, el 17 de julio de 1812 se fusila en la Cuesta de la Cruz un tanto antes del rancho San Juan de Dios que a la fecha sigue ahí, y que en ese tiempo fuera de los religiosos, a 6 de los caudillos atrapados en Acatita de Baján y compañeros del Padre de la Patria Don Miguel Hidalgo y Costilla. Cabe decir que hasta hace unos pocos días en esta administración, se está construyendo un obelisco para marcar el lugar donde fueron asesinados, antes solo había un montón de piedras que los viajeros fueron haciendo al arrimar una piedra cada vez que se pasaba por el lugar.

Entre las calles del primer cuadro de la ciudad más importantes estaba la calle Santa Ana de Norte Sur por donde llegaban los viajeros tanto de Parral como de Nombre de Dios y la ciudad de México, ya que las calles que daban al Oriente de la ciudad como la “Principal”, la “Mayor”, y la “San Juan de Dios” estaban inundadas la mayoría del tiempo pues las acequias que llevaban el agua desde el Ojo de Agua del Obispo, todas desembocaban por ese rumbo haciéndolas intransitables para los carruajes y carretas, a de las Teresas ahora Juárez.

Es increíble que esta misma calle después de una inversión de casi 50 millones de pesos haya dado un cambio tan excepcional que ahora en su versión peatonal y nuevamente como calle real es uno de los atractivos más bonitos del Centro Histórico, la iluminación, el pavimento adocreto estampado, la remodelación de las fachadas, herrería artística, además de una ambientación de la época los fines de semana, realmente capturan al paseante a pasarse un rato en verdad agradable.

Así, después de varios años de trabajo arduo en unidad de muchos durangueños, “se rescató el Centro Histórico de Durango con el remozamiento de 200 edificios de época, la recuperación de 190 fachadas y la iluminación de 78 templos y monumentos históricos”, convirtiéndolo en el más bonito del norte de la república, en una de las acciones sin duda más significativas de la administración de Ismael Hernández Deras.

Ahora además de esto, también se trabajó en el remozamiento de el Puente de Ojuela, Las Grutas del Rosario, en la construcción de una de las mejores instalaciones para Ferias y Convenciones de toda la república, el Museo Bebeleche, el rescate de el set cinematográfico de Chupaderos y la adquisición del también set Villa del Oeste, una de las atracciones más fuertes para el turismo, entre otras. Por si todo esto fuera poco y como para cerrar con broche de oro, en una gestión genial para atraer más turistas, la ciudad de Durango en breve contará con uno de los únicos Teleféricos en ciudad colonial de toda la república. Ahora, todo está en nosotros para que esta total reestructuración de nuestro entorno dé los resultados esperados, habrá que seguir trabajando al mismo paso de los últimos 6 años, que por sí solo es todo un reto. Por ahí nos vemos.

FUENTES.
- Apuntes para la Historia de la Nueva Vizcaya, de Atanasio G. Saravia.
- Civitas y Urbs: La Conformación del Espacio Ubano de Durango, de Miguel Felipe de Jesús y Vallebueno Garcinava.