logo
franja
gris
inicio
durango
destinos
fotos
hoteles directorios cultura publicidad links contacto
gris
franja
blanco

 
 

 

RUTA CHICHIMECA PASANDO EL PALMITO
Segunda parte.

Texto y fotografías. Walter Bishop Velarde.

Este relato inicia en el número anterior donde platicamos de la Ruta Chichimeca y la pretensión de hacer de ésta la columna vertebral de las ciclo vías en el norte y centro de México. Se trata de promocionar un camino bien trazado con señalamiento y todo por donde puedan pasar los ciclistas mundiales que vienen a nuestro país así como promover el uso de la bicicleta como transporte viable y los lugares que se recorren en la ruta.

En nuestro caso los ciclistas participantes venían desde Paquimé Casas Grandes Chihuahua, pasando por Parral donde nosotros los encontramos para continuar a Canutillo, Los Sauces, Los Encinos, La Puerta de Cabrera, El Tizonaso e Indé, ahí nos quedamos comentando de como los indígenas Chichimecas que en realidad eran un gran número de tribus como los Guachichiles, Tobosos, Apaches, Comanches, Yaquis, Conchos y Tepehuanos, con su “rebelión Tepehuana” a finales de 1616, habían creado un “virtual estado de guerra en todas partes”, logrado detener la conquista española e inclusive a la mitad del siglo XVII su lucha fue recompensada con una retirada parcial y el abandono de las fundaciones españolas del país en Tarahumara, Sonora y Nuevo México. Se llegó al grado que sólo había como islas de seguridad y donde no estaba el presidio, algo así como un cuartel militar, pues estaban a merced de estos bravos Chichimecas que todo lo que trataban de hacer, era proteger su terreno, familias y costumbres.

Bueno pero todo eso ya está en el pasado, desgraciadamente las tribus Chichimecas se extinguieron ya sea por enfermedad, hambrunas, asesinato o todo lo anterior en montón, pero en el norte aun tenemos Tarahumaras y en el sur del estado, viven varios miles de Tepehuanos y obviamente ya no estamos en guerra, y aun cuando todos los mexicanos tenemos parte de estos bravos indígenas en la sangre, ahora vivimos en paz y nosotros aprovechando esta oportunidad que tenemos de vivir libres en un país maravilloso, seguimos disfrutando de este viaje en bicicleta por el norte del estado.

No le recomiendo a nadie salir de Indé al medio día buscando el camino hacia el sur, pero eso exactamente hicimos y aparte de que el terreno es muy interesante, no fue muy placentero ya que el calor estaba insoportable y no sabíamos a ciencia cierta que tan lejos nos quedaba el destino de este día. De hecho su servidor después de rodar medio día, otra vez por falta de condición (me había tronado en Indé) y desde la comodidad del vehículo de apoyo me dediqué a ver el terreno y los pequeños poblados o rancherías con toda seguridad ejidos que íbamos pasando en el camino.

Aquí el terreno es ondulante, pequeñas lomas vestidas de semidesierto con huizaches, mezquites, cardenchas y uno que otro ocotillo, al final rumbo al sur, se ve la sierra que debe ser de “Promontorio” bastante alta y no fue hasta ya bien tarde, que empezamos a distinguir, el vaso de la Presa del Palmito muchos kilómetros antes que su cortina.

Hacía ya varios años que había visitado esta presa y ahora me quedé muy sorprendido del tamaño del pueblo que ha crecido alrededor de ésta, que debería de ser uno de los principales destinos turísticos del Estado. Estamos hablando de una mega presa, planificada por el Presidente Porfirio Díaz en 1909, iniciando su construcción en 1938 por orden del General Lázaro Cárdenas y concluída e inaugurada por el General Ávila Camacho el 6 de Octubre de 1946 al inicio de su periodo presidencial.

Aun cuando la presa por muchos años fue considerada como la cuarta más grande de Latino América, puede almacenar hasta 3 mil millones y un pilón de metros cúbicos sólo se tiene contemplado una capacidad de 2 mil 873 millones de metros cúbicos (casi un mar), usando el excedente para control de avenidas de los ríos Ramos, Oro y arroyo del Tizonazo, donde nace el río Nazas que en ese tiempo, aunque usted no lo crea desembocaba en la Laguna Mayrán ahora célebre región de la Laguna y en la actualidad con la escasez de agua que se tiene, ya quisieran esas avenidas de los ríos, que le daban vida a toda el área.

En fin, otro recurso turístico y agrícola para el desarrollo del estado, sumido en el sueño de la apatía e indiferencia y me imagino que algún día va a despertar pero no creo verlo con mis ojos. Total visitamos lo que pudimos ver, ya era muy tarde y acampamos abajo en el lecho del río por donde desaguan los túneles que le todavía le dan cauce al Río Nazas (muy bonito lugar) junto a una familia que nos ha de ver visto como que ya llegó la “chusma”, tratamos de ser lo más educaditos posible, pero no se si lo logramos.

La mañana siguiente fue nuestro afán salir temprano, (no tanto) para agarrar la fresca de la mañana y pedaleamos más o menos siguiendo el curso del río, un tanto al lado norte del mismo, por un terreno de subiditas y bajaditas más o menos, muy suave, pues según parece les ha llovido bien este año y todo está verde.

Aquí el arbusto predominante es el ocotillo y las laderas de los cerros se veían casi fosforescentes con las pequeñas hojas de este pictórico no se que, arbusto o arbolito quizás, a contra luz con el sol de la mañana. Bien bonito.

Así seguimos pedaleando por lo que supongo era parte del “Camino Real” rumbo a Parral, pues aun cuando me gusta mucho la historia, pues la uso para explicar el presente, no soy historiador pero en el tiempo de las carretas de bueyes, mulas y caballos el agua era imprescindible algo así como la gasolina para los carros de hoy en día y en este el semi desierto, el camino por fuerza seguiría el curso del río, así que me imagino, más o menos rodábamos por la antigua ruta, ahora tan de moda con eso que la quieren denominar, patrimonio de la humanidad.

Los Zarqueños, San José de Picachos, Torreón de San Isidro y finalmente San Francisco de Asís son los nombres de los pueblitos que pasamos en este trazo del camino y tratamos de ver el interior de la iglesia del último lugar que tiene una placa de 1844 y de seguro es más vieja, pero la señora de la llave se nos escondió y no vimos nada, pero aquí, tienen un mirador bien impresionante donde el río da una vuelta forzada y se ve que pega de lleno en el macizo de piedra donde está situado el pueblín, que al parecer es el más importante de estos rumbos con su avenida, comercios, muchos tractores, gente de trabajo como en su mayoría todos los que habíamos pasado.

Ya para medio día, después de varias horas, todo lo que queríamos, era salir a la carretera 45 antes la Panamericana, así que le estábamos dando duro, pero llegó el camino a una subida mayor que tan solo de verla, la mitad de nosotros se subió al vehículo de apoyo, y no paramos hasta que encontramos un remanso del río irresistible, verdaderamente espectacular con árboles sabinos y sus respectivas sombras gigantes donde nos echamos a las aguas del río para refrescarnos (friísimas), comimos y tomamos la siesta del medio día. Continuará...

 
franja
gris
franja
© BISHOP + PIZARRO, CONSULTORIA Y PUBLICIDAD 2012
PROHIBIDA LA REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL DE LAS FOTOGRAFIAS Y ARTICULOS CONTENIDOS EN ESTA PAGINA