Cumple el Museo Francisco Villa dos años desde su inauguración el 15 de febrero de 2013, siguiendo el camino para transformarse en uno de los recintos más importantes sobre el tema en toda la república, exponiendo información del nacimiento, carrera militar, vida y muerte de Doroteo Arango, uno de los personajes más conocidos en el mundo entero como Pancho Villa.

Antes de continuar, debemos hacer un pequeño paréntesis para clarificar que el museo está instalado en uno de los edificios virreinales más importante de todo el norte de México, conocido como el Palacio de Zambrano (1795) aludiendo a su constructor y propietario el Conde Juan Joseph de Zambrano, rico minero que con el descubrimiento de las minas de la Tecolotita en el mineral de Nuestra Señora de la Consolación del Agua Caliente de Guarisamey en el corazón de la Sierra Madre Occidental, tuvo las posibilidades para la construcción de dicho inmueble, en su tiempo el más grande y suntuoso palacete incluyendo el Teatro Victoria inaugurado en los 1800.

De hecho la leyenda dice que en la boda de su hija, el Conde Zambrano mandó tapizar con monedas de oro las dos cuadras de banqueta que separaban al inmueble de la Catedral, pero se tienen datos más fidedignos donde se sitúa a este personaje como Regidor Alférez Real y Alcalde, ciertamente muy rico, con una fortuna calculada en catorce millones de pesos pero de oro, con un fin un tanto trágico pues al parecer muere al perder la famosa mina en una inundación en el ya mencionado pueblo de Guarisamey, y no fue mucho tiempo después que por deudas insostenibles por la viuda (1857), el Palacio de Zambrano pasa a ser del gobierno, situación que guarda hasta el momento.

Es importante la visión que ha tenido el gobierno de Jorge Herrera Caldera al proyectar al museo como una sede cultural al servicio del pueblo donde este puede participar activamente visitando los exquisitos murales de artistas durangueños como Manuel Guillermo de Lourdes, el maestro Francisco Montoya de la Cruz, Guillermo Bravo y Ernesto Flores Esquivel, consagrados por el tiempo, así como exposiciones y magnos eventos que aquí se llevan a cabo, además de las presentaciones de libros de durangueños destacados y de obras de arte como la de Ángel Zárraga, sumando 108 eventos con 17,798 asistentes para el año pasado 2014 y en los dos años combinados a más de 50 mil visitantes en general.

El Museo Francisco Villa y sus 10 salas temáticas encapsuladas en el antes Palacio de Zambrano, además de ilustrar al visitante sobre la Revolución de 1910 y la participación de Villa en ella, también habla con el invitado, platicándole una historia vibrante de un momento de México donde se forjaron todas las bases que aun sirven de apoyo para la construcción del país actual.

El museo no se ha detenido en el tiempo, continua a buen paso en el desarrollo de su importancia como vocero de la historia Villista y de ello serán testigos, los mismos escolapios que ahora en sus visitas quedan emocionados por lo que observan y que ya de adultos en los años venideros seguirán maravillados del amplio mundo de la historia y su tratamiento de Villa en relación a su vida, su leyenda y su Museo. Por ahí nos vemos.