En un solemne acto el Gobernador del Estado Ismael Hernández Deras, el Alcalde de la Ciudad Jorge Herrera Delgado, invitados distinguidos y posiblemente 80 mil durangueños, inauguraron el pasado viernes 14, la Feria Durango 2006 y la primera etapa del Centro Estatal de Convenciones y Ferias. Solo son unas cuantas palabras con las que puede uno escribir la noticia pero detrás de ellas encontramos toda una emotiva historia.

Hace aproximadamente 150 días o cinco meses que se inicia una carrera contra el tiempo para dotar a Durango con unas instalaciones para ferias y convenciones dignas de la ciudad y los tiempos en que vivimos. En las 40 hectáreas con las que se contaban se inició la primera etapa de un proyecto que finalmente le daría a los durangueños un recinto ferial y centro de convenciones con las que por mucho tiempo se había soñado.

Como era de suponerse un verdadero torrente de rumores y especulaciones no se hizo esperar y así como se acostumbra en la NASA, se inició un conteo en reversa que culminó con un sencillo tijerazo al listón con lo que nuestro Gobernador simbólicamente entregó las instalaciones a el pueblo de Durango.

Claro que fueron en principio los más de 140 millones de pesos que se aportaron por parte del Gobierno, los que hicieron posible dicho prodigio, pero además debemos de darle crédito a las más de 700 personas en promedio que trabajaron los días que duró este extraordinario esfuerzo. Fueron varias las veces que nos tocó visitar las instalaciones durante su construcción, unas porque íbamos de curiosos y otras por invitación oficial, pero en todas esas visitas se observaba a un ejército de hombres y algunas mujeres diligentemente haciendo su labor. Mientras unos a nivel suelo ponían adoquines, otros echaban pasto, vaciaban concreto, aplanaban la tierra, la asfaltaban, otros más arriba soldaban las masivas estructuras, extendían la tela, apretaban los tornillos, ponían el techo del palenque y todos, absolutamente todos, reflejaban la urgencia del caso. Claro que no podías más que pensar en el empleo que generaron, las construcción del proyecto y en la prueba viviente que constituían estos trabajadores. Durango cuenta con mano de obra y es urgente generar más trabajos.

La primera etapa se conforma de un Palenque para más de 5 mil espectadores, un teatro del pueblo para más de 7 mil, la avenida central, las fachadas de las diferentes secciones del recinto, el estacionamiento, un lago, instalaciones eléctricas e hidráulicas, y una flamante avenida de cuatro carriles de más de tres kilómetros actualizando el acceso a la misma.

No ha sido fácil, el esfuerzo conjuntó a las diversas capas o estratos de toda la ciudad en un movimiento hacia adelante que la presente administración ha proyectado desde su inicio.

Los nuevos flujos viales, las nuevas fachadas del centro histórico, la transformación de varias avenidas en la ciudad, la iluminación de edificios antiguos incluyendo a la catedral y varias iglesias, recuperación de la Hacienda Ferrería, mejoramiento de algunas carreteras y otras acciones reales para hacer un mejor Durango del cual podemos estar más orgullosos de lo que ya estábamos, un Durango nuevo con una infraestructura turística importante de alto nivel, sin sacrificar nuestras tradiciones y patrimonio.

La fiesta no se dejó esperar, la ciudadanía entera se ha volcado sobre la Feria Durango 2006 para celebrar un éxito, se cumplió el objetivo y aun cuando quizás se cometieron algunos errores, en su conjunto se logró lo que se propuso. El día se marcará en la historia de nuestra ciudad, como aquel en el que se inició un nuevo capítulo de la misma con nuestro flamante Centro Estatal de Convenciones y Ferias de Durango. Un sueño que ahora es realidad.